Cehegín despide el último temporal de lluvia y nieve que ha afectado a todo el Sureste y Levante español. La tarde se viste de colores intensos procedentes del yunque de un Cumulonimbo que anda perdido por la campiña murciana y sumergido en el mas profundo invierno.
Sus penachos de hielo brillante, parecen acariciar el casco antiguo de Cehegín en forma de barbas de un anciano temporal que ya se aleja por el horizonte ceheginero.
Mientras, las sierras de Burete, orgullo de nuestro Cehegín, vigilan de cerca al monstruo de hielo y agua que va dejando tras de sí, una estela de lluvia y vida en unos campos sedientos y azotados, por el inusual Sol de invierno de un Enero poco acostumbrado a su pasada templanza.
Desde la parte mas alta de Cehegín, la silueta de la Iglesia de la Concepción preside un preciso atardecer entre nubes que se van anaranjando, frente a un pueblo empapado de ese oro líquido del que depende nuestra cultura y que el temporal, nos ha regalado en forma de lluvia y nieve.
El monstruo de agua y hielo ya se despide de nosotros, acariciado por los últimos rayos de Sol y apuñalado por el frío de la superficie terrestre que poco a poco lo va desgastando.
La Luna se asoma sobre el moribundo Cumulonimbo, a la vez que asiste al espectáculo que, el ultimo Sol de este Enero 2007, nos muestra sobre las nubes cehegineras con sus rayos de esperanza para un mes de Febrero, esperemos, mucho mejor.
Saludos desde Cehegín.