Pues sí, se encontraban muy cerca del paraje que citas, La Hoz, prácticamente a la entrada del mismo, en los alrededores del antiguo molino que hay en el Sequillo.
Y lo malo es que, como decía en mi primer mensaje, nunca vamos a saber quien fue. Y si no, mirad el artículo de hoy en Heraldo de Soria, donde se recoge la "incapacidad" de la fiscalía para averiguar quien está detrás de estos hecho. Aunque, sus argumentos son para morirte de risa porque dice que estos envenenadores procuran no dejar huellas. Como dejan pocas huellas no se les puede detener. Alucinante. ¿Es que el resto de delincuentes -asesinos, violadores, ladrones, pedófilos...- van sembrando de huellas todo para que los detengan al momento? En fin, se demuestra una vez más que el medio ambiente importa, en general, una mierda.
Hasta luego.
http://www.heraldodesoria.es/index.php/mod.noticias/mem.detalle/idnoticia.7815/relcategoria.301Envenenamiento de 18 buitres en Abioncillo
La Fiscalía archiva el caso ante la imposibilidad de identificar al autor
Desde la Fiscalía de Medio Ambiente confían en que la implantación de muladares garantice la alimentación saludable de los animales y evite además este tipo de sucesos
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Nuria Zaragoza. Soria
La "falta de autor conocido" ha obligado a la Fiscalía de Medio Ambiente a archivar el expediente del envenenamiento de 18 buitres en Abioncillo de Calatañazor ocurrido en diciembre del año pasado, el segundo caso más grave registrado en la provincia en las últimas dos décadas.
Fuentes de la Fiscalía de Medio Ambiente de Soria confirmaron ayer que el expediente ha concluido ya en las instancias sorianas, aunque lamentaron que el desenlace no ha sido todo lo "fructífero" que se esperaba: "Nos gustaría conocer quién hace estos hechos deplorables contra la fauna que causan unos daños irreparables en la naturaleza pero, lamentablemente, no se ha podido determinar al autor y se ha tenido que archivar el expediente", indicaron fuentes de la Fiscalía de Medio Ambiente a este medio. "Al no existir autor conocido, no podemos trasladar la denuncia contra nadie", concluyeron.
Antes de alcanzar este resultado, desde la Fiscalía han llevado a cabo en los últimos meses el proceso reglamentario que se sigue en este tipo de sucesos y que pasa por la citación de todas las partes implicadas, entre las que se encuentran los responsables de los cotos de la zona.
"Se pregunta sobre detalles que han podido ver, sospechas, pruebas... pero no deja de ser una mera opción", indicaron las fuentes consultadas por este medio, que insistieron en la imposibilidad de determinar la autoría.
No hay expediente sancionador.
El caso de Abioncillo, por el alcance del mismo, obligó a actuar, además de a la Fiscalía, a otras instituciones como la Junta de Castilla y León (Servicio Territorial de Medio Ambiente), el Seprona de la Guardia Civil y el Procurador del Común.
Desde la delegación territorial de la Junta confirmaron ayer que en el suceso detectado en diciembre se ha seguido el protocolo de actuación reglamentario pero advirtieron de que, al igual que ocurre en la Fiscalía, la imposibilidad de determinar al autor de los hechos ha impedido abrir un expediente sancionador para castigar los hechos.
En la Junta se mantienen el expediente con toda la documentación e informes realizados pero, por el momento, no se podrá intervenir al no localizar al autor.
Más casos, todos archivados.
La intoxicación de animales en Abioncillo no ha sido el único suceso de este tipo que se ha registrado en la provincia, pero sí el más grave desde los años 90. En los últimos meses, y sobre todo durante el pasado ejercicio, se registraron varios sucesos similares en diversos puntos de la provincia. El más importante, después del de Abioncillo, se registró la pasada semana en Boos, cuando se localizaron 12 buitres leonados muertos y otros tres heridos, presuntamente envenenados con una sustancia que aún no se ha podido determinar pero que, previsiblemente, se encontraba en un cubo localizado en el lugar de los hechos.
Aunque este caso sigue abierto (evidentemente por la inmediatez de los hechos), el resto de sucesos ha sido ya cerrado en las dependencias de la Fiscalía con resultados similares. "Todos los casos de este tipo que se han abierto hasta ahora en Soria, que el año pasado serían seis u ocho, han concluido de igual manera, archivados por falta de autor conocido", advirtieron ayer desde la Fiscalía de Medio Ambiente.
Añadieron que "el caso de Abioncillo ha sido uno de los más llamativos por el número de animales afectados, 18 buitres, pero se han dado bastantes casos más de buitres aislados o de otras especies como gavilanes o milenos", señalaron.
Desde la Fiscalía de Medio Ambiente reconocieron ayer la complejidad de localizar a los autores de este tipo de sucesos, ya que evidentemente tratan de no dejar huellas que les delaten (porque está clasificado como delito contra la naturaleza), y confiaron en que la implantación de muladares sirva para atenuar los casos de envenenamiento de animales que se registran en la provincia.
"Ante la falta de comida, el buitre se ve abocado a la búsqueda de carroña. Los muladares serían una forma de alimento en condiciones de salubridad adecuadas y evitarían además que los animales se dispersen en busca de alimento, lo que podría influir en que no se produzcan hechos tan lamentables", apuntaron fuentes de la Fiscalía de Medio Ambiente en Soria.
Intoxicación con carbofurano.
Los 18 buitres de Abioncillo fueron intoxicados con carbofurano (un insecticida empleado en agricultura que está prohibido desde 2007), empleado masivamente. En concreto, se utilizaron "cientos de veces la dosis letal", según apuntó el informe de toxicología. Los autores emplearon para cometer el delito medioambiental cebos -introducir el veneno en cebos de comida-, con el fin de engañar a los animales.
Los datos conocidos hasta el momento proceden de las investigaciones e informes abiertos por las diferentes instancias, especialmente Seprona y Junta, pero no se ha podido determinar uno de los puntos más importantes del expediente, la autoría, fundamental para poder avanzar y condenar los hechos.
Desde que se están registrando este tipo de sucesos, desde el año 1990, en Castilla y León se han localizado cerca de 400 buitres envenenados, frente a los 840 de toda España. Este dato pone de relevancia que los casos registrados en la Comunidad representan casi el 50% de los sucedidos a nivel nacional.
Éste sería el segundo caso más grave de la provincia, recordando así el episodio de envenenamiento del año 2000, en el que se recogieron un total de 30 buitres, un alimoche y un cuervo en Valverde de los Ajos.
Ese mismo año también hubo otro suceso con 16 buitres muertos en Arbujuelo. Con posterioridad ha habido otros casos de envenenamiento pero ninguno de la magnitud del acaecido en los últimos meses.