La guerra civil de 1936-1939 supuso para Corbera d'Ebre el peor desatre de su historia. Durante la batalla del Ebro, el pueblo quedó en la vanguardia del frente republicano establecido, en agosto de 1938, a las afueras de La Pobla de Massaluca, Vilalba y Gandesa. El frente se rompió en Corbera el 3 de septiembre y todo el pueblo resultó prácticamente destruido. A medida que aumentó la degradación del núcleo antiguo, los vecinos se trasladaron a la parte baja. Las ruinas abandonadas se convirtieron en símbolo de la férrea defensa durante el episodio más trágico de su historia reciente y lugar de visita obligada para quien desea recordar aquellos hechos o contemplar los desastres de la guerra.
El reportaje de hoy se centra en estos restos de la guerra en este mitico pueblo como testimonio de lo que nunca se tendria que repetir.
El Poble Vell de Corbera d’Ebre, situado en la cima de la loma de la Montera, es un símbolo claro y evidente de la tragedia de la guerra. Con una población en el año 1.938 cercana a los 2.500 habitantes, sus calles y casas en ruinas son, hoy en día, un testimonio mudo de la violencia y de las brutales consecuencias de los bombardeos aéreos y de artillería que sufren durante toda la batalla las poblaciones civiles de la zona.
La noche del 25 de julio las fuerzas de la República cruzan el río, iniciando así lo que sería una larga batalla. Ese mismo día sus vanguardias entran en Corbera d’Ebre y ocupan la población hacia las dos de la tarde, después de breves combates con las fuerzas franquistas que la defienden.
La población estaría en manos republicanas desde el primer día de la batalla hasta el 4 de Septiembre, cuando la cuarta ofensiva nacional sobre el frente, consigue romper las líneas republicanas y les obliga a retirarse de Corbera.
Un reportaje de Silver y Pyrene